Actualmente, no hay una total certeza sobre la causas del TDAH que, probablemente, son múltiples. Las hipótesis más apoyadas empíricamente por los estudios científicos se enfocan hacia las explicaciones neurológicas o neuroquímicas que interactúan con factores psicológicos y ambientales.

Factores genéticos: Se ha comprobado una heredabilidad del TDAH del 76% (Faraone, Perlis, Doyle et al., 2005). Los estudios en parientes de primer y segundo grado (padres, hermanos y abuelos) de niños con TDAH revelan una incidencia mucho más elevada del trastorno que la población en general. La presencia de determinados genes afectaría la sensibilidad individual a ciertos factores ambientales (Lehn, Derks, HudziakHeutink, van Beijsterveldt y Boomsma, 2007; Thapar, Harold, Rice, Langley y O’Donovan, 2007).

Factores ambientales: el nivel de psicopatología en los padres así como un entorno familiar que incluya un escaso control de la conducta de los niños, una insuficiente supervisión de sus conductas y un sistema de disciplina muy punitivo, contribuyen a aumentar los síntomas de TDAH.

Alteraciones en el cerebro: A nivel estructural, se han encontrado volúmenes significativamente inferiores a nivel de la corteza prefrontaldorsolateral y de las regiones conectadas con ésta (Núcleo caudado, núcleo pálido, giro cingulado anterior y cerebelo) (Castellanos y Tannock, 2002; Seidman, Valera y Makris, 2005).

Manual de Terapia de Conducta en la Infancia. Comeche y Vallejo.