Técnicas de estudio imprescindibles

Técnicas de estudio imprescindibles, 5 consejos que debes seguir

Para los estudiantes nos resulta totalmente necesario tener una buena capacidad de memorización, y a ser posible una retentiva eficaz y duradera, que nos permita mantener, un conocimiento concreto, fresco en nuestra mente durante largos periodos de tiempo.

Por supuesto no puede haber aprendizaje sin memorización, por lo que conocer cuáles son los mecanismos o estrategias que podemos utilizar para memorizar un contenido de forma eficaz, debería ser algo obligatorio para todo estudiante.

Desde mi punto de vista las principales carencias que tienen los estudiantes, suelen estar relacionadas con la técnica (incluso más que con la organización o la concentración). Todos los estudiantes deben saber que utilizando ciertas estrategias pueden mejorar su capacidad para memorizar, tanto a corto como a largo plazo.

Estos son algunos consejos interesantes que pueden ayudarte si eres un estudiante que quiere mejorar sus hábitos y técnicas de estudios:

1. Aprende a motivarte, pero no dependas de la motivación.

La motivación es importante, por lo que aprender en que momentos del día o que actividades previas al estudio pueden ayudarte a mejorar tu motivación, es algo interesante. En este sentido puede ser fundamental que te conozcas bien a ti mismo, y que sepas qué puede mejorar tu motivación y qué puede hacer que disminuya.

Puede ser interesante llevar un registro de las actividades previas al estudio, que más te activan y te ayudan a permanecer motivado. Puede ser hablar con una persona que suela motivarte, tomarte un descanso antes de comenzar a estudiar, hacer algo de ejercicio físico…

A pesar de todo en muchos casos tu motivación será baja y no podrás hacer nada de forma intencional para mejorarla… Por este motivo creo que lo importante es saber que el rendimiento no debe depender de la motivación exclusivamente, y que en ocasiones es muy importante saber actuar como si estuviésemos motivados, a pesar de no estarlo.

Para evitar que nuestro rendimiento dependa de nuestra motivación únicamente, debemos saber organizarnos y gestionar bien nuestro tiempo.

2. Organízate adecuadamente y aprende a estructurar las sesiones de estudio por bloques.

Que la organización mejora la productividad es algo que todos sabemos, aunque no siempre le damos la importancia que tiene… Te recomendaría que hagas un horario semanal completo con todas las actividades, y que lo cumplas a rajatabla. Además es fundamental que aprendas a dividir las sesiones de estudios en diferentes bloques de trabajo: selección de información, elaboración de esquemas o resúmenes, memorización, repaso… Esto te ayudará entre otras cosas, a mantenerte concentrado durante toda la sesión, ya que no será tan monótona, y además cada vez que cambies de tarea notarás tu mente fresca y despejada para realizar la nueva tarea.

3. Trabaja tu capacidad para concentrarte.

Sin concentración podemos leer, podemos tener la sensación de avanzar, pero no podemos memorizar ni aprender prácticamente nada. Seguramente te habrá ocurrido alguna vez que después de leer un párrafo o una página, caigas en la cuenta de que no recuerdas nada… pues bien a eso se le llama perder el tiempo…

La concentración puede mejorar con la realización de algunos ejercicios específicos, al tener en cuenta ciertas recomendaciones, o también ayudando nos de ciertas estrategias de gestión del tiempo.

4. Aprende a memorizar.

Parece algo muy fácil de decir, pero ¿cómo se hace realmente? Lo primero que debes hacer es saber realizar buenas asociaciones utilizando algunas técnicas básicas…

Como herramientas principales podemos destacar las asociaciones mentales. La asociación desempeña un papel fundamental en el aprendizaje y la memorización. Existen diferentes estrategias asociativas como: los acrónimos (que consisten en formar una palabra a partir de las primeras letras o sílabas de la serie de palabras a memorizar); mediante asociación de imágenes (ya que las imágenes mentales pueden recordarse mejor y permanecen más tiempo en la memoria); mediante fichas (en las que podemos incluir un término, dato, o concepto por una cara, y por detrás la definición, el significado, etc. lo cual nos ayuda a esforzarnos para recordar y fomenta nuestra curiosidad, y por tanto el aprendizaje). Además podemos utilizar otras técnicas basadas en generar historias, versos, canciones, palabras encadenadas… etc.

A grandes rasgos, podríamos decir que la forma más efectiva de memorizar es utilizar de forma eficaz y con buena técnica, una estrategia de visualización asociativa. Un atleta mental memoriza grandes cantidades de datos en cortos espacios de tiempo utilizando este tipo de estrategias, entre las cuales se encuentran: los palacios de la memoria, las asociaciones por visualización simples, casilleros mentales… Sobre este tipo de estrategias puedes encontrar más información en el curso superaprendizaje, y de forma más concreta, si lo que necesitas es memorizar de forma literal, en memorización literal avanzada.

5. Entrena tu mente.

Muchas personas conocen el término de plasticidad cerebral, sin embargo por lo general, no somos conscientes de las posibilidades reales de nuestro cerebro. Cuando empezamos a entrenar nuestra mente, podemos ver en poco tiempo, como nuestra mente empieza a trabajar a mayor velocidad y de una forma más eficiente, cuando realizamos un trabajo relacionado con aquello que hemos entrenado.

Una persona que trabaja su memoria, a través de entrenamientos estructurados, como los que os proponemos en alguna de nuestras entradas, o en cursos como el Brain Master, puede ser mucho más eficiente a la hora de memorizar y recordar el material memorizado. Saca a tu cerebro de tu zona de confort… tan solo con un entrenamiento de 30 minutos al día, o incluso tan solo tres días por semana, puedes conseguir resultados evidentes que por supuesto pueden llegar a reflejarse en tus calificaciones académicas.