5 juegos para incentivar la psicomotricidad fina de los bebés
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- El ambiente.Para que los niños duerman bien es importante que lo hagan en un entorno tranquilo y relajante, con una iluminación mínima posible.
- La rutina. Es conveniente llevar al bebé a la cuna o acostar a los niños todos los días, a la misma hora. Y para saber cuántas horas de sueño necesitan los niños, según la edad que tengan, se puede seguir nuestra Tabla de tiempo del sueño.
- El ritual. Para que los niños no tengan dificultades para conciliar el sueño, se puede crear un ritual para ello. Lo ideal es que siempre la sigas. Por ejemplo: cantarle al bebé puede ser un ritual para que él entienda que ya es hora de dormir. Contar un cuento a los niños, o un darles un masaje, también pueden ser rituales muy válidos.
- La alimentación. Es aconsejable no darle de comer o beber al bebé o al niño justo antes de que se duerman. Alimentos e incluso líquidos, pueden dificultar el sueño de los niños. Se debe evitar bebidas con cafeína e incluso con chocolate antes de dormir.
- Las actividades. Antes de dormir lo mejor es que los padres propongan actividades tranquilas a sus hijos. Juegos movidos o cualquier otra actividad movimentada, pueden causar nerviosismo a los niños y se quejarán de que no pueden dormir.
- Los ‘compañeros’. Si tu hijo es de los que dependen del chupete o de un peluche o pañuelo para dormir, es importante que al despertar, los encuentren a su lado. Se sentirá más seguro.
- La temperatura. Además de tranquila, la habitación del niño debe tener una temperatura amena, ni mucho frío ni mucho calor. Temperaturas extremas pueden provocar el despertar nocturno de los niños.
- Los ruídos. El ruido ambiental debe ser mínimo durante el sueño nocturno de los niños. Durante las siestas o del sueño diurno, es aconsejable que el bebé aprenda a dormir con los ruidos habituales de la casa.
- Dormirse solo. Es importante que el bebé y los niños aprendan a conciliar el sueño solitos, es decir, sin la ayuda de los padres. Si se les acostumbra dormir a nuestro lado, cuando se despierten reclamarán nuestra presencia.
- Miedos y despertares nocturnos. Si el bebé o el niño siente miedo nocturno tras una pesadilla, necesitarán de apoyo y de tranquilidad. Los padres deben armarse de paciencia si quieren conseguir que su hijo vuelva a dormir.