Estimular la memoria en un niño no significa obligarle a repetir aburridos ejercicios mnemotécnicos, sino hacerle experimentar emociones completas: sabores, colores, sonidos, perfumes, movimientos, formas, etc.
Los padres pueden contribuir de forma decisiva a que el niño desarrolle una «memoria de elefante» si adoptan una serie de medidas, que resultan eficaces porque estimulan el cerebro, aumentan el umbral de la atención y potencian la capacidad de memorizar. Por ejemplo:
• Léele un cuento cada día, preferiblemente antes de irse a dormir. Cuando lo hagas, procura que tu tono de voz sea lo más expresivo posible.
- Ordena su habitaciónindicando lo que estás haciendo: «El oso hay que ponerlo en la estantería, los cubos, en la cesta…
- Muéstrale a menudofotos de la familia: «Mira, éste eres tú con la tía María el fin de semana que fuimos con ella a la montaña».
- Cántale una canción infantil cada día, pero saltándote algunas palabras: las repetirá él mismo.
- Descríbele las características de cada cosaque ve: los pájaros y los aviones vuelan por el cielo, todo lo que es redondo gira, etc.
- Señala un objetoe indícale su color y su consistencia: blando, suave, áspero, liso, etc.• Proponle el siguiente juego: coloca algunos juguetes sobre una bandeja. Deja que el pequeño los observe durante un minuto y, a continuación, cúbrela e invítale a que te diga de memoria qué hay debajo.
- Invéntate historias en las que el niño sea el protagonistae incluye en el cuento a personas que él conozca.
- A la hora de la cena,adopta la costumbre de pedirle que os cuente lo que ha hecho durante el día.
- Cuéntale qué has hecho túy haz que se ría con alguna anécdota de la que seas la protagonista.