Estudiar es una labor que requiere concentración y utilizar toda nuestra atención para poder lograr el mejor rendimiento. No se trata tanto de pasar horas y horas frente a los apuntes sino de aprovechar las horas de estudio al máximo.
Es importante desarrollar unas buenas estrategias para no desaprovechar el tiempo y no dejarse llevar por la ansiedad que produce el hecho de que evalúen tus conocimientos y de tener que recordar todo el material visto en las clases. Estos son algunos consejos que pueden ser muy útiles a la hora de preparar un examen.
Es importante que tengas un lugar donde poder estudiar en el que te encuentres cómodo y la luz y la temperatura sean adecuados. Busca un lugar en el que no tengas demasiadas distracciones y donde no te interrumpan. Puede ser una habitación de casa aislada y tranquila o una biblioteca. Evita lugares en los que haya aparatos electrónicos como la televisión que te puedan distraer o tentar.
Haz una lista con todo aquello que vas a necesitar. Interrumpir la concentración durante la tarea constantemente para ir a buscar materiales además de ser contraproducente puede servirnos como excusa para no empezar. Coloca encima de la mesa todo lo que vas a utilizar. Intenta eliminar distractores alejando de la mesa todo aquello que no necesites, como apuntes de otra asignatura.
Mantener la concentración durante 8 horas seguidas es prácticamente imposible. Necesitamos descansar y distraernos de la tarea durante unos minutos. Los expertos recomiendan realizar descansos cada 2 horas de, aproximadamente, 15 minutos. No te excedas en el tiempo de descanso (5-15 minutos) pero tampoco te los saltes, ya que la fatiga interfiere en el aprendizaje.
No todo es igual de importante, prioriza. Comienza estudiando aquello que consideres más importante, te asegurarás de dedicarle el tiempo necesario. Si dejas lo más difícil o complejo para el final puede que estés demasiado fatigado para hacerle frente. Una buena opción sería programar el día de estudio poniendo por delante las tareas principales y estimando el tiempo que te van a llevar.
Hay días que ponerse a estudiar se convierte en un todo un reto. Por este motivo, es positivo motivarse. Por ejemplo, date algún capricho después de alcanzar una meta. Propón hasta dónde tienes que llegar ese día y una vez que alcances la meta, haz algo que te guste como ver un capítulo de esa serie que tanto te gusta o bajar a tomar algo con tus amigos.
Todos sabemos que no es lo mismo estudiar matemáticas que historia, y es que algunas materias exigen aprenderse de memoria algunos conceptos. Pero una forma de facilitar el aprendizaje es interiorizar lo que hemos leído. Esto significa que no solo lo leemos hasta memorizarlo sino que lo entendemos y somos capaces de explicarlo con nuestras propias palabras.
Aprender algo de carrerilla sin ni siquiera tratar de comprenderlo puede ser útil si el objetivo es mantener la información en el almacén de memoria a corto plazo. Pero para que perdure en el tiempo, puede ayudar pensar en ejemplos de lo aprendido en la realidad o relacionarlo con aprendizajes previos.
No todo el mundo se concentra igual, hay personas a las que le ayuda escuchar música para centrar la atención. Todo depende de la manera en la que estudia cada uno o de la materia que se esté estudiando. Por lo general, se utiliza la música clásica o música chillout. Sobre todo en tareas que implican creatividad, la música puede desempeñar un papel facilitador del aprendizaje.
Si vas a estudiar evita tener el teléfono móvil al lado. Revisar el email o el teléfono constantemente hace que interrumpamos nuestra actividad cada poco tiempo, haciéndose difícil volver a concentrarse. Utiliza los descansos para revisarlo o para hablar con quién quieras.
Es contraproducente. Lo mejor es estudiar en los días previos y dormir bien el día antes del examen. Hay estudios que afirman que el sueño posterior al almacenamiento de nueva información favorece que se afiance dicho aprendizaje. Es más importante que duermas durante esa noche a que pases la noche intentando quedarte con conocimientos que nunca se consolidaran. Además la falta de sueño afecta negativamente al rendimiento durante el examen.
Cada persona conoce las estrategias que mejor le vienen para conseguir un rendimiento óptimo. Por eso, estas indicaciones hay que enfocarlas e interpretarlas desde las capacidades y objetivos de cada uno. La atención, motivación y la concentración son variables muy importantes que tenemos que aprender a regular para conseguir exprimir al máximo nuestras posibilidades.