Además de un placer, jugar con los hijos es una necesidad. Para los padres, porque este tipo de actividades les permite conocer mejor a sus peques, les ayuda a enseñarles valores y formas de actuación, además de reforzar vínculos con ellos. Para los niños, porque así aprenden muchas cosas y desarrollan aptitudes como la tolerancia, el respeto, la resolución de problemas y la imaginación, entre muchas otras. Y, por si fuera poco, porque un rato de diversión compartida es la mejor arma contra el estrés.
Para la pedagoga Inma Marín, miembro del Observatorio del Juego Infantil de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), bastan 10 o 15 minutos diarios de juego familiar para que los niños empiecen a conseguir todos los beneficios que éste proporciona. Sin embargo, un estudio reciente señala que son muy pocos los padres que dedican tiempo suficiente a esta actividad.
Para que fomentes más el juego con tus hijos, te compartimos esta lista de beneficios que se obtienen a partir del juego en familia:
- Jugar con los niños no significa perder el tiempo.El juego familiar crea un escenario de comprensión y comunicación que potencia el aprendizaje espontáneo del niño.
- Fomenta la autoestima y las relaciones interfamiliares.Con el juego compartido padres e hijos interaccionan de un modo único y ganan en autoestima.
- Aporta seguridad al niño. Le permite vivir situaciones positivas de apego y seguridad y esto facilita el intercambio de experiencias y le aporta tranquilidad
- Potencia las habilidades sociales y emocionales.La familia es el primer contexto en el que el niño desarrolla una imagen de sí mismo y del mundo que le envuelve. Y las interacciones que se dan en el juego familiar potencian las relaciones sociales y le ayudan a explorar, aprender y refinar las habilidades necesarias para ello.
- Aumenta el control emocional. A través del juego el niño aprende a influir en los otros y también a regular y controlar sus emociones y a reconocer las señales afectivas y las emociones ajenas.
- Fomenta la creatividad y el éxito escolar. El ambiente que se crea con el juego permiten al niño relacionarse de una forma creativa con el mundo, lo que fomenta su imaginación. Y se sabe que los niños imaginativos son menos agresivos y más tolerantes y tienen más éxito en las tareas escolares.
- Promueve la popularidad y la competencia social.Los niños que muestran afectos positivos en las interacciones con sus padres son valorados como más populares frente a los que muestran emociones negativas.
- Favorece la atención del niño.La interacción con sus progenitores en el juego aumenta la capacidad de concentración del pequeño.
- Potencia la actividad infantil. Compartir tiempo de juego con los hijos convierte las experiencias pasivas en activas y placenteras y elimina los sentimientos negativos asociadas a las primeras.
- Promueve la felicidad infantil.De hecho, está demostrado que los padres que se implican bastante en el juego de sus hijos tienen muchas más probabilidades de criar niños felices.