Hay personas que son puntos cardinales, que representan nuestros sentimientos y emociones en su máxima intensidad. Los abuelos son parte de esas personas, personas hogar únicas, entrañables e inolvidables.
Ellos simbolizan una unión generación en el papel que envuelve a un caramelo, en las miradas de complicidad, en el juego permisivo y comprensivo de consentimiento desmedido que crispa a los padres.
Los abuelos son nuestros recuerdos llenos de complacencia, de disfrute y de ternura. Historias repletas de giros inesperados, cabellos blancos que ondean al vientos y ojos que lucen ante el sol de un paseo sintiendo la calidez de unas manos que son todo amor y comprensión.
Los abuelos tienen un doctorado en amor
El estilo educativo de los abuelos tiene importantes beneficios en un niño. ¿Por qué? Porque los abuelos que cuidan de sus nietos les transmiten numerosas enseñanzas como:
Por otro lado tanto su posición familiar como su experiencia acumulada garantizan un estilo de crianza del cual es tremendamente positivo que los niños se impregnen. Esto es así gracias a que los abuelos tienden a:
Pero ojo, no solo dejan huellas en el corazón, sino que los nietos aportan vitalidad, alegría y sostén a sus abuelos de manera inconmensurable. Cuidar de los nietos significa para los abuelos redescubrir el mundo de la mano del asombro, de la inocencia y del amor más incondicional.
El amor de los abuelos es inmenso
A veces los padres pueden sentir que los abuelos les roban el protagonismo, que se sobrepasan dándoles a los niños todo aquello que quieren y nunca les dicen no a nada. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, pues cada uno tiene su lugar y su papel en la vida de un niño.
En principio con este historial puede esperarse que los niños quieran a sus abuelos por lo que les dan y no por quienes son, pero realmente a los nietos les encantan las tardes con sus abuelos por lo que significan.
Entre otras cosas porque se salen del corsé de las normas con amor, con cuidados y con cariño. Porque la forma en la que recuerdan cada detalles y cada momento hace de la infancia un lugar único y especial. Y porque son los reyes que nunca van a ser destronados.
El amor de los abuelos a sus nietos en tan inmenso que no pueden evitar demostrarlo de todas las formas posibles. Con la cocina, con los regalos, con los dulces, con la presencia, con los besos, con los bolsillos llenos para no privarles de nada, con la atención y con un cuidado que desprende hogar por todos los lugares.
Los abuelos son los mejores fans de sus nietos
Los niños perciben esta generosidad desbordada como un cariño tan desmedido que les embelesa. Y, cuando los abuelos faltan, los niños no echan de menos los chocolates sino lo que ellos significan: hablar con sus abuelos y escuchar palabras de ánimo, amor y sabiduría.
Al fin y al cabo los abuelos son los mejores fans de sus nietos y los que más refuerzan sus perseverancia, su talento, su determinación y sus triunfos. Y es que nadie como los abuelos percibe tan bien la actitud decidida de sus nietos, sus canciones favoritas y sus ojos brillantes impregnados de pasión.
Por eso, el cuidado de los abuelos refleja un amor puro repleto de alegrías y de objetivos. Un cariño que forma a los niños, que les protege de un modo único que no siempre es comprensible y que es del todo indescriptible.
Este es el motivo por el que los abuelos que cuidan de sus niños dejan una huella imborrable en su alma, un gran legado emocional. Porque todas aquellos caprichos y regalos junto a aquellas veces que corrieron demasiado rápido a calmar el desconsuelo de sus nietos hicieron que el crecimiento de estos se enmarcara en un amor pleno y, por supuesto, puro e incondicional.
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