Salud y enfermedad están asociados a la edad. Ello quiere decir, que según se envejece se produce una mayor probabilidad de enfermar. Sin embargo, este hecho no significa que le vejez sea igual a enfermedad y, menos aún, que la causa de la enfermedad sea la edad. La demencia conlleva el deterioro de las funciones intelectuales y, aún, la afectación de otras condiciones comportamentales como la personalidad, la afectividad y otras condiciones psicológicas con las que ha de enfrentarse el psicólogo entre un amplio equipo multidisciplinar de profesionales. Tal deterioro no debe confundirse con el declive del funcionamiento intelectual que ocurre con cierta probabilidad durante la vejez, y que está asociado a un enlentecimiento del procesamiento de la información y de la ejecución motora, en los procesos ejecutivos de control o alteraciones benignas de los procesos mnésicos.