La idea es que los niños colaboren en la creación de la tabla de rutinas, y que ellos estén totalmente de acuerdo con lo que deben hacer. Para eso, les podemos consultar pero siempre decidiendo en última instancia qué es lo mejor para ellos. Imagina que quieres elaborar una tabla de rutinas para la hora de dormir. Por fin conseguirás que tu hijo se vaya a la cama sin ‘rechistar’. ¿Cómo? Sigue estos sencillos pasos:
- 1. Te sientas con tu hijo y le dices que vais a crear una tabla de rutinas para la hora de dormir. Para ello necesitas que te diga qué cosas suele hacer antes de ir a dormir.
- 2. Apunta todo lo que él te diga tu hijo en una hoja. Tampoco pueden ser demasiadas cosas. Después podrás acotar la lista. Imagina que tu hijo te dice que le gusta ver la tele, jugar, cenar y que le cuentes un cuento.
- 3. Bien, ahora está en tus manos acortar la lista y darle un orden lógico. Podría ser perfectamente el siguiente: Ver la tele un poco o jugar, bañarse, cenar, lavarse lo dientes, escuchar un cuento y dormir.
- 4. Explica a tu hijo que ahora deberá crear la tabla de rutina en una cartulina. Puede hacerlo mediante dibujos o bien recortando imágenes y pegándolas según el orden establecido: primero un niño viendo la televisión, luego un niño cenando, luego un niño lavándose los dientes…
- 5. Coloca la cartulina con la tabla de rutinas en un lugar bien visible de su cuarto. Recuérdale que debe seguir esos pasos todos los días.
Por qué son necesarias las rutinas en la educación de los niños
Las rutinas son una forma positiva de conseguir que los niños nos obedezcan y además, les da seguridad. Evitamos gritos y amenazas, que a la larga no consiguen nada más que atemorizar a los niños y minar su autoestima. Gracias a la creación de rutinas consigues lo siguiente:
- Tu hijo se siente responsable. Gracias a las tareas que él mismo decidió realizar cada día, descubrirá el importante valor de la responsabilidad.
- Estarás criando un niño más autónomo e independiente. Nada como ver que es capaz de realizar ciertas tareas sin ayuda y por iniciativa propia.
- Gana en autoestima y confianza en sí mismo. Poco a poco verá que es capaz de hacer muchísimas tareas sin que nadie se lo ordene. Se sentirá con más confianza en sí mismo y por supuesto, más valioso.
- Descubrirá que puede ayudar dentro de la familia. Nada como sentirse útil para los demás. En cuanto vea que es capaz de seguir una rutina y realizar ciertas tareas por sí mismo, se dará cuenta de que esto también es una ayuda hacia sus padres.
- Será bueno para su salud física, psicológica y emocional. Comer a determinada hora, dormir siempre a la misma hora, no sólo beneficia al niño a nivel emocional, sino también físico.