El abrazo está definido como aquel acto de estrechar entre los brazos a otra persona, ya sea en manifestación de empatía o afecto.
No obstante, en los últimos años su significado se ha ampliado, en especial, porque se ha comprobado que hacerlo con frecuencia le proporciona grandes beneficios a la salud física y mental.
Y es que, aunque casi siempre lo ignoramos, ese gesto tan simple es un arma poderosa para combatir el estrés y vencer muchas emociones negativas que aparecen día tras día.
Un buen abrazo dura como mínimo 20 segundos y, en lo posible, debe ser entre dos personas que se quieren o se tiene suficiente confianza.
Ponerlo en práctica todos los días, varias veces en el día, tiene beneficios terapéuticos que causan una fuerte sensación de bienestar.
¿Te gustaría conocerlos? No dejes de leer las siguientes 10 razones para que empieces a convertirlo en un hábito diario.
Un abrazo con un ser querido puede modificar por completo el día y eliminar aquellos comportamientos negativos.
Con este se estimula la segregación de oxitocina, conocida como la hormona del amor; y también endorfinas, sustancias que causan sensación de bienestar.
Al dar un abrazo intercambiamos buenas emociones y, de paso, nos recargamos con energía positiva.
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Este simple acto de cariño es una de las formas más efectivas de aliviar el dolor físico y mental. Su capacidad para aumentar la oxitocina hace que el organismo se concentre en lo que sucede en el momento, dejando el dolor en un segundo plano.
La sensación del abrazo aumenta la seguridad y alivia el sentimiento de soledad. Este tiene la capacidad de desbloquear a nivel emocional, mejora las relaciones sociales y evita los constantes problemas de conducta.
Este es uno de los beneficios principales que se obtienen por dar o recibir más de cuatro abrazos al día. Su práctica reduce de forma significativa los miedos y aleja esa necesidad de recibir la opinión de otros para estar bien.
Esto se debe a la trasmisión de energías positivas que se consiguen mediante este acto y a la liberación de hormonas del bienestar.
Este hecho científico se explica con un ejemplo muy común: los niños que abrazan a sus osos de peluche favoritos tienden a calmarse y sentirse más seguros que estando solos.
Una dosis de abrazos diarios tiene la capacidad de proteger al corazón mediante el control del ritmo cardíaco y el flujo sanguíneo.
Su práctica aumenta la oxigenación de la sangre y con esto permite que este músculo tenga una actividad normal.
Las personas que no abrazan o que no tienen algún tipo de contacto físico con otras están en un alto riesgo de tener enfermedades del corazón relacionadas con un ritmo acelerado de este.
El efecto calmante de abrazar no solo tiene beneficios para la salud cardiovascular, sino también para el sistema nervioso.
Hacerlo varias veces al día relaja los nervios e impide caer en estados de estrés, ansiedad u otras emociones que complican nuestra vida.
La oxitocina se libera en cantidades adecuadas hay un menor riesgo de sufrir infecciones o enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico.
Esto debido a que incrementa la presencia de anticuerpos para hacer más efectiva la lucha contra los virus y bacterias.
El afecto que se manifiesta a través de los abrazos es determinante para el desarrollo neuronal en los primeros años de vida.
No recibirlo conlleva a la muerte neuronal, lo que reduce las habilidades psíquicas y motoras en años posteriores.
Según un estudio llevado a cabo en la Universidad de Duke (Estados Unidos), los bebés que no reciben suficientes abrazos tienen un cerebro hasta 20% más pequeño.
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El lenguaje corporal es uno de los factores claves para las relaciones felices. Una pareja que se abraza comparte un vínculo afectivo fuerte que les permite sentirse más seguros y amados.
El contacto con otras personas a través de un abrazo hace que disminuya la presión arterial mediante la activación de unos receptores llamados corpúsculos, que se encuentran en la piel y que envían señales a través de los nervios.
Con este el organismo se siente más protegido, el ritmo cardíaco se regula y la presión regresa a niveles estables.
¿Estás dando o recibiendo una dosis diaria de abrazos? No cuestan nada y son una excelente forma de hacer más agradable la vida.
No temas en disfrutarlos y tampoco pierdas la oportunidad de intercambiarlos con esas personas que hacen que todo tenga sentido.