Existen diferentes tipos de actividades extraescolares, que van desde educativas hasta lúdicas, pasando por deportivas y artísticas. Dependiendo de su carácter, cada una de ellas tiene sus propios beneficios físicos y psicológicos.
Sin embargo, los papás muchas veces se preguntan si estas actividades son realmente benéficas para los niños o, por el contrario, pueden llegar a ser un problema por llevar a sus hijos a un estado de estrés.
Pero ¿cómo elegir las actividades extraescolares de nuestros hijos? Es importante:
Debemos considerar que los niños están activos en todo momento. Sin embargo, de acuerdo con su carácter e intereses, algunos preferirán actividades que los hagan estar más activos físicamente o algunos donde estén más quietos. Lo importante de las actividades extraescolares es darle buen cauce a su energía e inquietudes. Si se eligen bien las actividades extraescolares, los niños podrán desarrollar habilidades o destrezas que les ayuden a conocer su potencial.
Para ayudar al pequeño a organizar su tiempo fuera de la escuela es importante proveerle un espacio adecuado para realizar su tarea por iniciativa propia y por sí solo con el mínimo apoyo. Una vez libre de los deberes escolares podrá interesarse y concentrarse mejor en cualquier otra actividad.
También es importante no condicionar alguna actividad lúdica a cambio de cumplir con las tareas escolares. Si el niño acude a un club de tareas o taller de apoyo, el personal debe ser solo para orientarlo y procurar que el niño sea cada vez más independiente al realizar sus actividades. Los orientadores también deben estar capacitados para detectar problemas o deficiencias en el aprendizaje del niño para comunicarlo de forma oportuna a sus padres.
Tanto en actividades que les gusten, como aquellas que están indicadas por cuestiones psicológicas o de salud, es importante que los niños tengan opciones para elegir. El hecho de tomar sus propias decisiones y que estas sean respetadas por sus padres fortalece su autoestima.
Si, por ejemplo, se trata de un niño renuente a las actividades físicas, se le puede ofrecer un equilibrio entre actividades que le gustan, como aquellas que necesita realizar. Es necesario involucrarlos gradualmente en aquellas actividades que no le atraen tanto. Recuerda que la influencia familiar es determinante para que un niño se interese por actividades físicas.