La lectura alimenta el cerebro y los niños necesitan leer para poder tener un buen desarrollo en todos los aspectos. La mejor manera de aumentar el coeficiente intelectual de tu hijo es leyéndole, que vea que lees y sobre todo, inculcar el amor por la lectura. Para ello no dudes en leer un cuento a tu hijo todas las noches, solo para disfrutar de ese tiempo juntos.
Los niños que leen por diversión tienen mejores resultados académicos y su rendimiento escolar se relaciona de forma más directa con las puntuaciones de lectura, teniendo un buen nivel. La mayoría de padres que compran libros de cartón para sus bebés para potenciar la lectura pero después, la mayoría de los niños dejan de leer libros si no están asignados en la escuela.
¿Por qué ocurre esto? El hábito de la lectura si no se arraiga en la infancia, no se quedará en el futuro. A los niños les encanta hojear los libros, mirando fotos y viendo qué hay. Incluso pueden disfrutar de la lectura como estudiantes en la escuela primaria. Pero la lectura es un trabajo duro y la vida les ofrece muchas otras formas de entretenerse sin necesidad de esfuerzo. Por eso, es deber de los padres educar a sus hijos para que les encante leer.
Lee a tu hijo desde que sea bebé
No me refiero a que leas a tu hijo solo a la hora de irse a la cama. Compra libros infantiles para que sean sus primeros juguetes. Cuando salgas a pasear con tu hijo y quieras entretenerle, lleva contigo sus libros para crear un tiempo agradable en cualquier lugar. Crea rutinas de lectura en el hogar para que exista una conexión de amor entre vosotros y en la lectura. En cualquier momento que necesitéis un descanso, coge un libro y lee a tu hijo. Cualquier momento es bueno para inculcar el amor por la lectura.
No lo presiones para aprender a leer
La mayoría de los niños aprenden a leer de forma natural una vez que desarrollan las habilidades preliminares. Tu objetivo no es ayudarle a pronunciar palabras, sino a fomentar el amor por los libros. Enséñale la diversión que hay detrás de la lectura, pero no le obligues a hacerlo, y menos si no está preparado. Si le obligas se quedará con esta sensación en su interior y le durará toda la vida… si no le obligas, le saldrá sola la pasión lectora.
Algunos niños muy inteligentes no aprenden a leer hasta que no tienen más de siete años. No te preocupes por esto, igual que ocurre cuando comienzan a hablar o a caminar… cada niño tiene su ritmo, pero una vez que adquiera el resto de habilidades, se pondrá al día.
En cambio, si notas que tu hijo puede tener dificultades para reconocer letras, que las confunde o que no puede pronunciar palabras, entonces es posible que debas llevarle a un profesional de la psicopedagogía para saber si tiene algún tipo de problema que requiera intervención.
Leed juntos y respeta sus intereses
Cuando tu hijo aprenda a leer, sigue leyéndole para continuar con vuestro vínculo. Para que no pierda el interés por la lectura merece la pena un tiempo extra para que descubra cuáles son las temáticas que le gustan. Permite que escoja aquellos libros que más le interesan para descubrir nuevas cosas.
Puedes orientarle para que encuentre las temáticas que más le pueden interesar y que sean adecuadas para su edad y para su nivel madurativo. Así sentirá mucho más interés por la lectura y podrá interesarse por otras temáticas sin pensar en que puedan ser poco interesantes. Descubrirá que todos los libros esconden grandes historias.
También deberás limitar el tiempo ante los aparatos electrónicos para que de esta manera no sienta la comodidad del entretenimiento sin esfuerzo. Puedes limitar el uso de las pantallas -incluso por completo- hasta que el hábito de la lectura esté establecido.