La ilusión y el entusiasmo pueden ser contagiosos, y por este motivo es recomendable que los padres compartan historias y anécdotas sobre sus años como estudiantes de primaria. ¿Qué asignaturas les resultaban muy sencillas? ¿Consideraban complicadas las matemáticas? ¿Quiénes eran sus profesores favoritos? Compartir estas experiencias con los hijos facilita que ellos mismos puedan confiar en sus padres cuando surja un problema o estén preocupados por una asignatura específica.
El niño descubrirá que pasar a primaria no solamente significa estudiar para los exámenes, sino también desarrollar su creatividad e imaginación en habilidades esenciales como pintar, escribir, cortar y pegar. Es más fácil sentirse orgulloso de nuestro propio trabajo cuando nos gusta el resultado, y para desarrollar estas habilidades es fundamental practicar en casa.
En este sentido, también es de gran ayuda que los niños estén rodeados de libros y que uno de los regalos que reciban en el día de su cumpleaños sea un libro que inspire, que enseñe y que desarrolle su creatividad.
La organización será fundamental en primaria. El alumno deberá escribir en su agenda todos los deberes y meter en la mochila todos los cuadernos, libros y lápices que vaya a necesitar.
También es fundamental enseñar a los niños sobre la importancia de la amistad, pues los alumnos de su misma clase se podrían convertir no sólo en compañeros sino en amigos con quienes celebrará su cumpleaños y los logros académicos. Estos amigos se ayudarán con los deberes, podrían prepararse juntos para los exámenes y aprenderán por qué todos necesitamos a alguien en quien confiar.