Los bebés comienzan a desarrollar los cinco sentidos en el vientre de su madre, pero algunos de ellos son más precisos que otros cuando nacen
Esto es lo que percibe realmente un recién nacido a través de sus sentidos:
- Vista. Al nacer, los bebés solo pueden enfocar a una distancia corta, entre 20 y 30 cm, que es la distancia que existe entre su carita y la cara de su madre cuando está en su regazo o tomando el pecho. Ve borroso lo que está más lejos, pero es capaz de percibir movimientos y cambios de intensidad en la luz y es capaz de seguir un objeto con la vista o rastrearlo. Muchos recién nacidos bizquean brevemente en los primeros meses. Es normal: sus músculos oculares irán madurando y fortaleciéndose en los próximos meses, y su capacidad de enfoque llegará a la capacidad normal en dos o tres años. No se sabe con seguridad si distinguen colores o no: se cree que al nacer solo distinguen blanco, negro y matices de grises. Les llaman la atención especialmente los contrastes.
- El tacto. Este sentido tiene un papel esencial en la creación del vínculo de apego del bebé con su madre, y le permite interactuar con su entorno. Los masajes, las caricias suaves y, sobre todo, estar en brazos es fundamental para su desarrollo y su bienestar emocional: le ayuda a regular su temperatura y su respiración, le relaja y le aporta seguridad. La lactancia materna garantiza ese contacto con la madre. El bebé tiene multitud de receptores en los dedos y en los labios. A medida que crezca, necesitará explorar lo que le rodea con las manitas y con la boca.
- Olfato. Es uno de los sentidos más desarrollados en el recién nacido. De hecho, el centro olfatorio del cerebro se forma en las primeras fases del desarrollo fetal, y a partir de la 12ª semana de gestación la nariz es capaz de percibir todo tipo de olores. Es el sentido que utiliza para reconocer a la persona más importante del mundo para él: su madre. El bebé distingue perfectamente su olor y lo busca desde el primer momento. Si dejamos al recién nacido sobre el abdomen de su madre al nacer, “gateará” para buscar su pecho y hacer su primera toma guiándose por el olor (lo que los anglosajones llaman breast crawl).
- Oído. El bebé tiene completamente desarrollado su oído al mes de nacer. Distingue perfectamente la voz de su madre desde el vientre materno (tardará algo más en distinguir la de papá), y le presta atención desde el principio. Tiene preferencia por los sonidos agudos y se sobresalta con los sonidos fuertes. Se giran hacia el lugar del que vienen los sonidos, nos miran fijamente cuando les hablamos y saben diferenciar los sonidos familiares de los que no lo son.
- El gusto. La lengua, la boca y las primeras papilas gustativas del feto se forman a las 9 semanas de gestación. En el vientre materno, el bebé es capaz de percibir los sabores de los alimentos y bebidas que come su madre presentes en el líquido amniótico. Está demostrado que los bebés prefieren los sabores dulces. Por supuesto, su sabor favorito es el de la leche materna.