La amnesia disociativa se caracteriza por olvidar un suceso con alta carga negativa. En psicología se llama amnesia psicógena, amnesia disociativa o amnesia funcional. Este olvido no está causado por ninguna patología fisiológica identificable y la recuperación de la información olvidada puede producirse de manera natural o mediante psicoterapia.
Hay experiencias traumáticas que pueden marcarnos de por vida. Estas pueden cambiar numerosos aspectos de nuestra vida y de nuestras relaciones. El sufrimiento intenso produce un fuerte impacto y con el fin de protegernos nuestra mente aparta del proceso de recuperación el suceso traumático o determinadas características asociadas a él.
Aunque la prevalencia no es muy alta, existen poblaciones específicas o situaciones concretas en las que la amnesia disociativa es habitual. Por ejemplo, en soldados que han sido testigos de la guerra, personas que hayan padecido abusos sexuales en la infancia, violencia doméstica, desastres naturales o actos terroristas.
Fuga disociativa, pérdida de identidad por estrés
No solo se trata del olvido de un episodio concreto, también surge la pérdida de identidad. Las personas expuestas a un suceso de estas características pueden perderse fuera de los lugares en los que residen, abandonando su ciudad y familia. Puede durar desde unas horas hasta años. En los casos en el que la fuga disociativa dura por un tiempo prolongado, incluso la persona puede llegar a crear una identidad nueva, con una nueva familia y un nuevo trabajo.
En algunas ocasiones, puede producirse como un deseo encubierto de “escapar” de una situación adversa. Aunque en ningún caso se trata de la simulación de una enfermedad, sino de la amnesia de la propia identidad en respuesta a una situación altamente estresante. Durante el episodio de fuga disociativa, el sujeto puede presentar una apariencia normal y comportamientos que no llamen la atención.
Cuando el episodio finaliza, la persona se encuentra en un lugar desconocido sin saber cómo ha llegado hasta allí. Normalmente no recuerda lo ocurrido durante el episodio, aunque sí comienza a recordar todo lo anterior al episodio. A veces la recuperación de la identidad anterior se da gradualmente, incluso hay algunos detalles que puede que nunca se recuperen.
Amnesia disociativa específica de la situación
La amnesia disociativa afecta a episodios concretos que son vividos como traumáticos y que han podido afectar gravemente a la persona. Aunque no recuerde el episodio, este sí afecta en su comportamiento. Por ejemplo, una mujer que sufrió una violación en un ascensor no lo recuerda, pero evita utilizar ascensores y la idea de utilizarlo le provoca malestar.
Se suelen recuperar los recuerdos del suceso, aunque es difícil determinar cuanta información de la que recuerda es real o se mezcla con información falsa. La amnesia causada por el trauma puede aparecer de diferentes maneras.
Tratamiento y recuperación de los recuerdos
La amnesia disociativa no tiene por qué darse inmediatamente después de la aparición del evento estresante, esta puede darse después de horas o incluso días. A veces aparecen imágenes retrospectivas del suceso, como en el trastorno de estrés postraumático, pero en este caso la persona no sabe que ese contenido es real.
En la mayoría de casos existen problemas de conducta, fatigabilidad, problemas de sueño, depresión y abuso de sustancias. Cuando la amnesia remite y el individuo recuerda lo ocurrido de manera súbita, aumenta el riesgo de suicidio. En terapia se le ayuda a manejar la experiencia traumática mediante apoyo familiar y ayudándole a desarrollar estrategias de afrontamiento.
Se suelen utilizar utilizan técnicas de hipnosis clínica. Mediante técnicas de relajación y concentración para conseguir un estado alterado de consciencia permitiendo a la persona explorar sus pensamientos, emociones y recuerdos que ha podido bloquear de su mente consciente. Este tipo de estrategias no dejan de tener sus riesgos, como”recuperar” recuerdos falsos o rememorar experiencias altamente traumáticas.