Los besos y los abrazos tienen un gran poder emocional en las personas y es que nos reconfortan y nos hacen sentir bien. Los niños desde el nacimiento necesitan los besos y los abrazos de sus padres para poder tener un buen desarrollo psico-afectivo.Cuando los niños son pequeños son muchos los padres que escuchan de otras personas que si les dan tantos besos y abrazos a sus hijos, éstos se pueden convertir en personas malcriadas o demasiado consentidas. Pero nada más lejos de la realidad, cada vez hay más estudios que demuestran como los niños que desde el nacimiento reciben besos y abrazos de sus padres de forma constante junto a una disciplina positiva, se convertirán en adultos menos ansiosos y más resistentes al cambio.
Un estudio publicado en el “Journal of epidemiology&communityhealth” mostró que las personas que habían disfrutado de más afecto por parte de sus padres y madres cuando eran bebés, tenían niveles más bajos de angustia siendo adultos. Con esto se puede comprobar que los niños que tienen más besos y abrazos por parte de sus padres siendo niños, cuando se conviertan en adultos no serán personas con ansiedad. Cuando hay afecto familiar se asocia con menos angustia en la vida y las personas son más capaces de afrontar cualquier circunstancia.
Todos los seres humanos necesitamos tener buenas experiencias en la vida y tener una fuerte relación afectiva con nuestros progenitores desde la infancia. Cuanta mejor es la relación afectiva con la madre en los niños podrán desarrollar un apego seguro que les hará tener mejor capacidad de recuperación siendo adultos. Este sentimiento de seguridad puede darles un sentido mas fuerte de sí mismos que sirve como un amortiguador contra el estrés. Los niños tendrán mayor autoestima y confianza hacia sus propias habilidades.
Por si fuera poco, una relación cálida, cercana y afectiva con la madre (y con el padre) hará que los niños tengan más emociones positivas. Otras investigaciones sugieren que, al igual que las relaciones seguras, una vida llena de emociones positivas puede ayudar a las personas a lidiar con la vida de forma positiva, haciendo que los niños se conviertan en adultos exitosos.
Para ayudar a los niños a convertirse en adultos seguros y resistentes todos los adultos que están en su entorno más cercano deberán centrar su atención en la relación que mantienen con los niños (padres, cuidadores, maestros e incluso los políticos). Las políticas públicas deberían hacer un esfuerzo para que se pudiera mejorar el acceso a la atención infantil de alta calidad, que hubiera más flexibilidad laboral y familiar y que de este modo, los niños pudieran pasar más tiempo de calidad con sus padres. Esto podría hacer un futuro mucho más prometedor para nuestra sociedad.
No podemos negar el poder que tienen los besos y abrazos en las personas y en los niños. Si quieres algunos ejemplos del poder que tiene sobre nosotros y sobre los niños, lee los siguientes puntos: