Investigadores de la Universidad de Málaga han estudiado cómo las relaciones afectivas y el estilo educativo influyen en el éxito del acogimiento familiar. Esta es una de las alternativas dentro del sistema de protección de menores para proporcionar el entorno más normalizado posible a un niño separado de su familia biológica –por no ser un medio apropiado para su crianza–.
Los resultados, publicados en el Journal of Child and FamilyStudies, apuntan que en las personas que acogen estas dos variables son importantes predictores de los problemas de los niños y niñas dentro de la familia.
“La crítica y rechazo por parte de los acogedores aumenta los problemas emocionales y conductuales de los niños acogidos por su influencia tanto en la sobrecarga del cuidador de acogida, como en la autoestima del niño”, explica a Sinc María D. Salas, primera autora del estudio y científica de la institución malagueña.
Los estudios han relacionado mayor incidencia de problemas de conducta en los acogidos con diversos factores, como las relaciones afectivas dentro del contexto sociofamiliar y el estilo educativo de los acogedores, ya que son experiencias que pueden desencadenar la aparición de conductas desadaptativas en los niños.
Para los autores, “estos datos podrían ser útiles en la captación y selección de acogedores con las características más óptimas para ejercer esta labor, así como para enfatizar la importancia de unas buenas relaciones afectivas en la formación y apoyo que los técnicos ofrecen a los acogedores”.
Para los autores, “estos datos podrían ser útiles en la captación y selección de acogedores con las características más óptimas para ejercer esta labor”
La muestra contó con 104 niños acogidos (56 niños y 48 niñas), con una edad media de 11 años, y sus familias acogedoras (86 familias). Todas las familias con niños acogidos de Málaga, Granada y Jaén participaron en el estudio. La información fue facilitada a través del Sistema de Protección de Menores de cada una de las provincias.
Impulsividad y falta de atención
Teniendo en cuenta las investigaciones previas, el principal objetivo del presente estudio fue identificar los factores relacionados con los mayores problemas emocionales y de comportamiento entre los niños, en el contexto de la familia de acogida –es decir, problemas de conducta, impulsividad y falta de atención–.
Los científicos diferenciaron varias variables: los niños de mayor edad al comienzo del acogimiento presentan más problemas; los niños con mayor autoestima sufren menos complicaciones y que estos pueden ser aumentados por la sobrecarga de las familias acogedoras.
“En cuanto a la sobrecarga de las familias, podrían implementarse programas de formación para ayudar a los acogedores a adquirir habilidades para hacer frente a los problemas de conducta de los niños. Estos programas deberían incluir la posibilidad de compartir experiencias con otros acogedores y participar en la resolución de estas complicaciones”, añade Salas.
Según concluyen los autores, “de igual forma la preparación y el apoyo de los trabajadores sociales a las familias acogedoras es fundamental para reducir los problemas de los menores acogidos y la sobrecarga de las personas que los acogen”.