Todos sabemos que la buena comunicación es fundamental en las relaciones interpersonales. De ésta depende que surjan o se eviten discusiones y malentendidos. Como en cualquier relación, el diálogo entre padres e hijos es algo que se debe promover y practicar de manera constante, ya que permite un mayor acercamiento y aumenta el nivel de confianza. Para ello, es importante que como padres desarrollemos habilidades importantes, como la de saber escuchar y ser empáticos.
Si como padres no buscamos espacios para el diálogo, lo más probable es que nuestros hijos sientan que no nos preocupamos por lo que piensan, sienten o les pase. Cuando tengan dudas o algún problema no sentirán la confianza de acercarse a nosotros para comunicar lo que ocurre.
Para evitar este tipo de situaciones es importante que durante el día abramos un espacio al diálogo y la comunicación. De preferencia que sea un momento libre de distractores para que se dé la comunicación en las mejores condiciones posibles. Sé empático con tu hijo, escúchalo y dale la oportunidad de que exprese libremente sus opiniones, dudas o intereses.