Los pensamientos negativos son los promotores principales de la ansiedad, claro, junto con el desequilibrio físico y emocional, por eso es importante aprender a pensar positiva y realistamente para liberarnos de la ansiedad y conectar con la felicidad. Aquí te doy algunas ideas para lograrlo.
Requisitos previos para transformar tus pensamientos
Lo primerititito que necesitas hacer, es saber que tú no eres tus pensamientos. Estoy segura que rara vez te has puesto a cuestionar lo que piensas, a considerar si quiera que puedes estar equivocado en tus pensamientos. Estamos tan identificados con nuestra mente, que damos por hecho que lo que pensamos es verdad, simplemente porque nosotros lo pensamos.
La bueno noticia, es que tú eres algo mucho más que tus pensamientos, eres un ser mucho más complejo e increíble que lo que piensas de ti, o lo que piensas en general. Entonces, primero, identifícate con quien realmente sí eres: esencia en consciencia que se da cuenta de sí mismo.
Tu mente es increíble, está diseñada para darle forma, figura y color al mundo que experimentas. Sin embargo, esta mente a veces puede estar equivocada. Cuando tu tienes una creencia en tu mente, ella, con su percepción y atención, hace todo lo posible por demostrarte que tu creencia es verdad.
Existe algo que se llama sesgos de atención, de memoria y de percepción, y estos sesgos hacen que tu mente filtre la información que no le conviene para el mantenimiento de sus creencias, y agranda o magnifica la información que sí le sirve.
Por ejemplo, si tienes la creencia de que la felicidad no existe, tu cerebro solamente se fijará en las personas tristes cuando salgas a la calle, no se acordará de los momentos felices que sí has tenido, y aunque en el día seas feliz por 1 minuto, no se dará cuenta.
Entonces, necesitas entender que tu mente junto con tu cerebro, pueden caer en equivocaciones sobre cómo interpreta la realidad. Pues la mayoría del tiempo estás interpretando la realidad que te rodea.
Lee más sobre esto en el post pasado que publiqué: Cómo hacer de tu mente tu aliada
Ahora sí, a desmentir los pensamientos con estas once estrategias:
Hay varias estrategias para desmentir los pensamientos negativos y dejar de creer en ellos, aquí te van 11:
Encuentra los hechos de la realidad que fundamenten o demuestren que el pensamiento negativo es real. Luego, escribe el pensamiento contrario a ese pensamiento, y encuentra por lo menos tres hechos de que ese nuevo pensamiento es verdad.
Por ejemplo:
Entonces, como verás, cualquiera de los dos pensamientos puede ser verdad, aquí lo que importa es, ¿en qué eliges creer?
Relativiza tu pensamiento absolutista y llega a una nueva conclusión.
Es muy difícil trabajar con tus pensamientos negativos en tu mente, pues van más rápido que la velocidad de la luz, están conectados unos con otros, y cuando estás queriendo trabajar con uno terminas en pensar lo que vas a comer más al rato. Por eso necesitas sacarlos de tu cabeza y escribirlos en una hoja de papel. Te recomiendo escribir por lo menos una vez por semana, para que todas esas ideas de tu cabeza se tranquilicen en la hoja de papel.
Hay ciertas estrategias que hace la mente para distorsionar la información que recibe del interior y del exterior, para comprobar tu creencia. Y esas son:
Así es que después de que anotaste tus pensamientos, descubre si tendrá alguna distorsión, esto por sí mismo te ayudará a desmentir las mentiras de tu mente y empezar a pensar mas positivamente.
Mientras más rígidos, absolutistas o extremos sean tus pensamientos, más probable es que estés en un error. Entonces, cada vez que te encuentres aseverando un pensamiento, nada más porque así lo sientes, o porque así te lo enseñaron, activa tu cuestionamiento y pregúntate de nuevo, con tu mente lógica, qué tan verdad es ese pensamiento y cómo lo puedes relativizar.
Ya lo dice Neale D. Walsch en su libro de Conversaciones con Dios, que para cambiar un pensamiento negativo, hay que invertir el proceso de creación de nuestra realidad. El proceso normal de creación es: pensamiento – palabra -acción.
O sea, primero pienso “que mal me siento”, luego lo digo “hoy no voy a salir porque me siento mal”, y después, lo actúo.
Invertir este proceso significa que pienses en las acciones contrarias a ese pensamiento, si te sintieras bien, ¿qué harías? y entonces, te fuerzas a salir, mientras que dices, “hoy me siento bien”, y lo repites y lo repites hasta que tu pensamiento se genere y realmente te lo puedas creer.
En mis meses de recuperación de ansiedad, esto fue de lo que más me ayudó, me dediqué a hacer lo contrario a lo que mi mente me decía que tenía que hacer. Ya que etapa convencida que mi mente estaba equivocada y era la causante de mi malestar, entonces, dejé de hacerle caso y pasé a las acciones, mandándole a mi cuerpo las sustancias que necesitaba para ser feliz, hasta que lo logré de nuevo.
Lee el post de “Acción mata creencia” para más información.
Para mí, los filósofos somos científicos de la naturaleza humana, y me parece que nos caería muy bien que cada uno de nosotros fuera su propio filósofo de su propia naturaleza. Investígate a ti mismo, ponte pruebas, activa tu lógica y tu capacidad de razonar y encontrar pruebas para comprobar si tu pensamiento es verdad o no.
Ante cada pensamiento que te atormenta, le vas a responder como si fueras la persona que más te ama en el mundo. En lugar de creerle así porque sí, vas a dialogar contigo, echándote porras, tranquilizándote, diciéndote la verdad.
Este es un ejercicio muy divertido. Te sientas en un extremo de tu sillón, y te vas a personalizar en el pensamiento negativo, y vas a imaginar que frente a ti esta el otro polo opuesto, tu pensamiento positivo. Y vas a convencer a tu pensamiento positivo de que tú eres verdad, hasta que se te acaben los argumentos.
Después, te vas al lugar de tu pensamiento positivo, y ahora, vas a convencer a tu negativo de que él está en una mentira y tú en la verdad.
Haz esto cuantas veces sea necesario, cambiando de roll hasta que se les acaben los argumentos.
Al final, te sientas en medio, frente a los dos pensamientos, y les vas a decir, desde tu centro, desde tu yo, la conclusión a la que quieres llegar en verdad.
No se por qué pensamos que estamos condenados a nuestros pensamientos, como si no tuviéramos la libertad de elegirlos. Por eso, yo te recomiendo que escribas todo lo que piensas sobre ti, el mundo y los demás, escribe todas tus creencias. Y vete una por una, eligiendo en cuál quieres creer, cuál te hace feliz y cuál no, y simplemente elige, toma la decisión de creerle o no creerle a ciertas creencias. Con esto, les quitarás muchísimo poder.
Yo puedo tener un pensamiento negativo, pero elijo no creerle, y en ese momento, pierde su poder.
Las afirmaciones positivas son frases que dices en voz alta, pero impregnadas de sentimiento y emoción. O sea, al decirlas, realmente las sientes como verdad. Puedes hacerlas mientras que te relajas en las noches, enfocándote en tu respiración, en soltar la tensión, y al mismo tiempo puedes decirte a ti mismo “estoy a salvo, tengo todo lo que necesito para ser feliz, mi mente tiene toda la capacidad para pensar positivo, elijo pensar positivo, me acepto como soy, me amo como soy”, etcétera.
Para eso te recomiendo las afirmaciones positivas de Louise Hay. Encuentra un video de Louise Hay haciendo click aquí.
Básicamente con este punto me refiero a meditar. Meditar observando tu mente, te permitirá conocer tu mente, y al conocer tu mente, sabrás cómo funciona y podrás tener una mejor relación con ella, tomando desde tu consciencia las riendas de ella. Para esto, simplemente siéntate a observar tu respiración, a mantenerte concentrado en ella, pero abierto a que tu mente genere los pensamientos que quiera generar.
Tu vas a observar todo ese movimiento, como si estuvieras viendo una carretera pasar frente a ti, donde los coches aparecen, pasan, y se van.
Simplemente observa tu mente desde el observador consciente que eres. Haz esto por 5 minutos al día, y verás que poco a poco tendrás más consciencia de cómo funciona tu mente.