Intuitivamente podríamos pensar que el apoyo social es el número de relaciones sociales de un individuo. Pero pensar en esto como la cantidad de vínculos que tenemos parece una simplificación demasiado incierta, ¿no? Vamos a añadirle también con quién tenemos este tipo de relaciones, si son miembros de nuestra familia, compañeros de trabajo, etc. Ya tenemos más información, pero aún así sigue dando la sensación de que nos quedamos cortos.
¿Qué tal si le añadimos las consecuencias que tiene para la persona contar con este apoyo social? El concepto da un giro interesante, ¿verdad? De hecho, el apoyo social es todo eso. Incluye la cantidad, la calidad y las características de las relaciones sociales, junto con cómo las percibe el individuo. En él influyen:
¿Cómo influye el apoyo social en el desarrollo del malestar psicológico?
Contar con una buena red social de apoyo, y que percibamos que así es, nos va a ayudar en mantener nuestra salud psicológica. De hecho, se ha demostrado que supone un factor de protección de cara al afrontamiento del estrés, amortiguando sus efectos negativos nuestra la salud, tanto mental como física. Pero, ¿de qué forma influye el apoyo social en nuestro bienestar psicológico?
El consejo que recibamos de personas que son importantes para nosotros puede influir sobre la evaluación que hagamos de las situaciones a las que nos enfrentemos. Por otro lado, nuestra autoestima y sensación de control se pueden ver incrementados por el apoyo emocional que nos ofrecen nuestros seres queridos. De esta forma, nos vamos a ver más fuertes para afrontar lo que se nos viene encima.
Por lo tanto, si nuestra red de apoyo social nos ayuda a regular nuestras respuestas emocionales y nos refuerza cuando intentamos actuar ante los conflictos, nos está ayudando a hacerles frente de mejor manera. Además, estará potenciando nuestro crecimiento personal.
Sin embargo, también hay ocasiones en las que nuestra red social es, en sí misma, fuente de ansiedad y estrés. Esto se da cuando los que forman parte de ella se comportan de forma excesivamente protectora con nosotros, limitando que pongamos en marcha nuestros mecanismos de afrontamiento ante las situaciones que se nos presenten.
¿Tiene algún efecto el apoyo social en el curso de las enfermedades crónicas?
Las enfermedades crónicas suponen en sí mismas un elemento estresante, tanto para quién las padece como para sus allegados. Por ejemplo, se han estudiado los efectos del daño cerebral adquirido para los familiares del paciente. También se ha encontrado que este daño supone un cambio considerable en la vida de los pacientes, que en general tienen que cambiar sus hábitos de vida. Pero no solo eso, también tienen que seguir un tratamiento más o menos exhaustivo.
En esto va a influir de forma notable el apoyo social del que dispongan. Se ha demostrado que un nivel reducido de este tipo de apoyo puede conllevar que las personas adopten en menor medida hábitos de vida saludables. Este cambio, en las conductas relacionadas con nuestra salud es muy importante, sobre todo en la evolución que pueden tener este tipo de enfermedades.
Además, si los pacientes perciben el apoyo social del que disponen como positivo, seguirán más eficazmente sus tratamientos. Esto va a hacer que su estado de salud mejore. También percibirán que su bienestar es satisfactorio. Tan importante es esta red social de apoyo, que se realizan intervenciones con los familiares de los pacientes, como con aquellos de los diagnosticados con enfermedades mentales graves y duraderas.
Pero no hablamos solo del apoyo aportado por sus seres queridos. En el apoyo social se incluye también el aportado por los profesionales sanitarios que están en contacto con el paciente. La relación médico-paciente resulta ser un factor clave en la mejoría de la salud objetiva.
Es decir, cuando el profesional es capaz de transmitir de forma adecuada la información al paciente sobre su enfermedad y sus tratamientos, este muestra una mayor adherencia a los mismos. De esta forma, los síntomas de la enfermedad tienen más posibilidades de mejorar y de repercutir de manera positiva en el estado de ánimo del paciente.
El apoyo social es, en definitiva, un factor de protección para nuestra salud física y mental. Pero no siempre. Es necesario que el apoyo que nos brinde nuestra red social refuerce nuestra autoestima y que nosotros mismos lo percibamos como valioso. Si por el contrario trata de sobreprotegernos o consideramos que no es adecuado, va a tener el efecto contrario. Lo importante es conocer los beneficios que el apoyo social nos puede aportar y dejar que actúe cuando lo necesitemos.