Un pensamiento recurrente es ese pensamiento que te viene a la cabeza una y otra vez, día tras día, empieza siendo un pensamiento casual y pasajero, pero termina echando raíces dentro de nuestra mente.
Estos pensamientos suelen ser molestos, ya que tener el mismo pensamiento durante las 24 horas del día puede parecer muy cansado, y lo peor de todo, terminamos por creerlo. Cuando pensamos algo sobre cierta persona, objeto o situación, el hecho de que lo pensemos no significa que sea cierto, al igual ocurre con nuestras creencias.
Estos pensamientos pueden llegar a ser muy dañinos en el bienestar emocional. De hecho, los pensamientos recurrentes negativos están a la base de muchos trastornos que afectan a nuestro bienestar psicológico:
¿Cómo se convierte un pensamiento casual en recurrente?
Un pensamiento casual se convierte en recurrente en la medida en que al pensamiento casual le das demasiada importancia. La mayoría de las cosas que pensamos son chorradas, cosas que nos pasan por la cabeza, pero si crees que es importante perdurará.
Por ejemplo: Yo puedo tener un mal día y pensar: “vaya asco de vida tengo” pero luego pienso que “bueno, la verdad es que hoy ha sido un mal día, pero eso no significa que tenga una vida asquerosa”. Sin embargo, si yo empiezo a darle vueltas y pensar que no dejan de pasarme cosas malas, que menuda vida, que soy un miserable… Y, aunque hoy piense eso porque me siento mal, le estoy dando mucha importancia y es más probable que cuando me vuelva a pasar algo malo vuelva a pensar: “vaya asco de vida tengo” y que este pensamiento se vuelva recurrente.