Si alguna vez has estado hospitalizado u hospitalizada o lo ha estado un ser querido y le has acompañado, sabes el malestar emocional que acarrea. Ya independientemente de las dolencias físicas que padezcas, te sientes aburrido, triste y/o nervioso. Incluso puede aparecer la ira. Ahora piensa en todo lo que eso puede suponer siendo niño.
Todas esas emociones negativas se incrementan. Todo es desconocido. Tienen que dejar su casa y a sus compañeros de clase. Además tienen que someterse a pruebas que no entienden para qué sirven ni por qué se las hacen. ¿Qué beneficios crees que pueden reportar los grupos de apoyo psicológico en esta situación?
El juego terapéutico para los niños hospitalizados
No es difícil imaginar lo que puede ser la hospitalización para un niño. De hecho, mucha gente está ya altamente concienciada al respecto. Gracias a ello, son numerosos los programas de apoyo a la infancia en hospitales. Todos hemos oído hablar de los voluntarios disfrazados de payasos que amenizan la tarde a los pacientes, ¿verdad?
Sin embargo, su ayuda va un paso más allá de las noticias que aparecen en los medios. No se trata solo de entretener y distraer a los chicos y chicas durante un rato. Se pretende dotarles también de estrategias de afrontamiento y relajación. El fin ahora es que consigan recuperar y fomentar el bienestar emocional a pesar de la situación de hospitalización. Así, en en los programas que se están desarrollando en la actualidad existen nuevos tipos de intervenciones que tienen un interés más allá que el lúdico que puede proporcionar un juego.
Así, se desarrollan juegos que pretenden incentivar el desarrollo del paciente. Se capacita a los niños para que se expresen emocionalmente de forma adecuada. ¿Cómo? Entregándoles información adecuada a su edad, reforzando e impulsando que comuniquen sus emociones, y fomentando que se generen relaciones de confianza con el personal sanitario.
Se ha encontrado que el juego terapéutico tiene beneficios significativos para los pequeños. Los que han participado de él son más cooperativos con el tratamiento médico a seguir, tanto en ese momento como en los venideros. Además, se encuentran menos molestos. Se alivia el estrés y la tensión emocional, presentándose así menos emociones negativas.
La inteligencia emocional para los niños hospitalizados
También se han desarrollado programas de intervención basados en inteligencia emocional para niños hospitalizados. Así, se ha trabajado la identificación emocional, la conexión del pensamiento y la emoción, la comprensión emocional y la regulación de las emociones. La diferencia con el juego terapéutico es que este se centra más en la expresión emocional, mientras que estos programas trabajan más ámbitos.
Se ha encontrado que los niños que han recibido una intervención de estas características, en la que se han fomentado de forma específica las habilidades relacionadas con la inteligencia emocional, han mantenido o aumentado los progresos conseguidos durante la intervención. Es decir, sus emociones positivas. ¿No creéis que esto es muy importante dada su situación?
Además de lo expuesto, también se ha encontrado que estos pacientes disminuyeron significativamente su afecto negativo. Es decir, las emociones negativas que sufrían los niños se vieron reducidas tras someterse a este programa. Con este tipo de tratamiento los pequeños hospitalizados mejoran su bienestar emocional y psicológico y adquieren técnicas de afrontamiento emocional que favorecen comportamientos positivos.
Por otro lado, su miedo y su ansiedad disminuyen. Así, se muestran más calmados y cooperativos. Pero… ¿qué pone de manifiesto todo esto? La necesidad de integrar el apoyo psicológico en los ambientes de hospitalización. Algo que es necesario a todas las edades, por supuesto. Sin embargo, pensemos que la infancia es una etapa clave en el desarrollo de las personas y en la que este tipo de intervenciones tienen unos efectos especialmente beneficiosos.
Que los niños adquieran estrategias de regulación emocional adaptativas puede suponer un punto de inflexión también para el curso de su enfermedad física. Como hemos visto, no solo reciben apoyo emocional, también se mejora la adherencia al tratamiento, lo cual es crucial para su salud.