El fracaso es una percepción subjetiva, que aparece como resultado de una experiencia que no resultó como deseábamos. Pero… no obtener los resultados esperados no tiene por qué ser un fracaso. La vida es aprendizaje continuo y no hay aprendizaje sin error. Los errores son inherentes al aprendizaje, como los fracasos lo son a la vida.
El error nos permite aprender, nos va haciendo sabios poco a poco y nos ayuda a madurar emocional y psicológicamente. Los fracasos no son negativos en sí mismos; lo negativo es la forma de interpretar ese resultado fallido, y el miedo generado al mismo.
Es importante cambiar nuestra forma de ver el fracaso, elaborar representaciones mentales positivas y más realistas, generando así un estado emocional más positivo y liberándonos de los miedos que no nos permiten ser, que nos impiden desarrollarnos, hacernos sabios y avanzar en nuestro aprendizaje.
El temor al fracaso provoca emociones negativas que impiden a los niños y niñas ser ellos mismos. Así, el miedo se convierte en el mayor enemigo de su desarrollo y crecimiento sano y feliz.
El miedo a fracasar se produce porque los pequeños, basándose en experiencias previas, temen los resultados negativos. Realizan interpretaciones exageradas y poco realistas de las consecuencias. Claro que a nadie le gusta fracasar pero no debemos temer al fracaso, ya que ese temor solo será un impedimento para poder ser y hacer.
Es fundamental inculcar en los pequeños una mentalidad positiva del fracaso como una parte natural de la vida, como una experiencia que nos da experiencia y nos lleva al aprendizaje.
6 consejos para liberar a tu hijo del miedo a fracasar